La vida es demasiado corta como para NO perseguir nuestros sueños. Algún día tu vida estará próxima a su fin y lo único que podrás hacer es mirar tus recuerdos. Podrás recordarlos con alegría o con pesar. Aquellos que sueñan, que se fijan metas y que actúan de acuerdo a ellas para hacerlas realidad, son aquellos que viven vidas placenteras y que tienen una sensación de paz cuando se aproxima el final de sus días. Ellos están satisfechos con lo que han alcanzado para ellos y para su familia.

Jim Rohn

Paradores: una historia de éxito

jueves, 27 de diciembre de 2012

Manuel Ángel Morales Escudero. Delegado de Unión, Progreso y Democracia en el Bierzo


Cualquiera que haya viajado por la red de Paradores Nacionales habrá podido comprobar la misión que caracteriza a este tipo de establecimientos hosteleros: representar lo mejor de la marca España, ofrecer un servicio de calidad, dinamizar zonas del país que son joyas para el turista nacional e internacional.

Fue en el año 1928 cuando se inauguró el primer Parador en Gredos. La España de entonces comprendía que era necesario abrirse al mundo, proyectar una imagen de España moderna, diferente pero que, a la vez, integrara lo mejor de sí en arquitectura, gastronomía, y por encima de todo, un trato exquisito y personal al cliente.

Los edificios elegidos lo eran por su singularidad arquitectónica, por su ubicación y por lo que representaban para el territorio donde estaban ubicados. Los paradores Nacionales se convirtieron de este modo en un elemento vertebrador de España, en una red que abarcaba todos los paisajes, toda la diversidad de esta gran nación nuestra.

Esta filosofía triunfó y durante muchos años creció y fructificó creciendo en clientela, en ideas, en personas que creyeron en el proyecto. Quienes los hemos probado, volvíamos, pues por su singular carácter son únicos e irrepetibles. En otros países tomaron nota y copiaron nuestra idea: era lógico, era una idea exportable, vendible a poco que se promocionara.

Pero llegaron los tiempos partidistas en las que los políticos profesionales tomaron las riendas y ya se sabe que donde los dos grandes partidos meten sus zarpas la ruina está próxima. Paradores pasó de tener beneficios a tener cuantiosas pérdidas. Se hicieron inversiones caprichosas vaciando la tesorería, sin estar sujetos a los principios de control, eficiencia y sobre todo, responsabilidad. Responsabilidad es lo que se les pide ahora a quienes no han tenido la culpa de la mala gestión, a sus trabajadores que se han distinguido, doy fe de ello como usuario, por un trato y una profesionalidad exquisitos.

La Red de Paradores es un caramelo muy deseado. Para comerlo primero hay que desnudarlo de los trabajadores que han acumulado derechos, antigüedad, saber hacer, esos que quieren a Paradores porque lo han trabajado durante muchos años. Luego, una vez saneada la cuenta de resultados el caramelo se le podrá entregar listo para ser comido a quienes ven los beneficios inmediatos de un negocio redondo. Porque paradores nacionales es un proyecto que dio y puede dar beneficios si se trabajan los mercados emergentes del turismo en Asia y Europa, si se pone a gestores profesionales al frente y se selecciona al personal por sus méritos y su capacidad y no por ser obedientes al partido en el poder.

No saben, no comprenden que Paradores es algo más que un simple negocio de hostelería. Los Paradores Nacionales ensalzan lo mejor de España, llevan su imagen por el mundo y promueven sus productos, sus gentes, sus paisajes, el alma en suma de este gran país. Así que, si cierran los Paradores nacionales, aunque digan ladinamente, como siempre, que es algo pasajero y provisional, estarán quitando el alma de nuestro turismo, el camino esencial del futuro de nuestra mejor y más importante industria.

Vía | diariodeleon.es

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