La vida es demasiado corta como para NO perseguir nuestros sueños. Algún día tu vida estará próxima a su fin y lo único que podrás hacer es mirar tus recuerdos. Podrás recordarlos con alegría o con pesar. Aquellos que sueñan, que se fijan metas y que actúan de acuerdo a ellas para hacerlas realidad, son aquellos que viven vidas placenteras y que tienen una sensación de paz cuando se aproxima el final de sus días. Ellos están satisfechos con lo que han alcanzado para ellos y para su familia.

Jim Rohn

Ser perseverante

sábado, 28 de enero de 2012

LA VIDA NO ES SOLO SOÑAR Y EMPEZAR PROYECTOS, TAMBIÉN HAY QUE SER PERSEVERANTE E INSISTIR HASTA HACER REALIDAD LO QUE CADA UNO SE PROPONE.
Al estar visitando a una amiga tuve la oportunidad de presenciar en su vida cotidiana algo que me parece de gran valor. Su hija de 8 años estaba jugando con un rompecabezas del mapa del mundo. Mi amiga me contó que había empezado a jugar con este hace un par de días y cómo la niña le había comentado lo difícil que se le hacía poder armarlo. Después de un rato de verla jugar a la distancia, la niña se acerca y le comenta a su mamá: “mira, ya lo puedo hacer más rápido, antes me demoraba mucho, pero ahora ya no tanto”. La mamá prestándole toda su atención le responde: “muy bien, te felicito, ¿y que has aprendido con todo esto?”, a lo que para mi sorpresa la niña responde: “que al principio las cosas son difíciles, pero practicando se hacen fáciles”.

Fabulosa la reflexión que había hecho la niña y las conclusiones a las que había llegado. Aprendió que si dedicaba suficiente tiempo y esfuerzo iba a lograr su cometido. Y gran parte del mérito sin duda lo tiene la madre que la está educando en una de las virtudes más importantes para la vida, la perseverancia. La lección que le queda a esta criatura es una que la ayudará en el futuro en innumerables momentos de la vida, en los que sabrá que es a veces necesario esforzarse hasta poder alcanzar una meta. Y esta justamente es la definición que dan los diccionarios a la perseverancia “alcanzar lo propuesto y buscar soluciones a las dificultades que puedan surgir”.

Lo antes expuesto me sirve también para ilustrar que la perseverancia no es algo que se adquiere de la noche a la mañana. Es un aprendizaje, la adquisición de una habilidad. Es algo que se debe inculcar en los hijos desde que son pequeños y aprovechar las vivencias del día a día para ayudarlos a fortalecer esta virtud para que esta se convierta en parte de su ser. Así esto los ayudará a ser adultos constantes, que no se dejen vencer fácilmente ante la adversidad.

Que cómodo es asumir la posición de decir “no puedo” y esperar que otro resuelva las cosas por uno, pero ¿no es eso acaso huir de la responsabilidad? A veces por falta de tiempo y en el ajetreo del diario vivir, ante un “no puedo” escogemos resolver la situación haciendo nosotros lo que otro debería. Sin embargo, me pregunto si en esas ocasiones por ahorrar tiempo, no estamos perjudicando a ese otro en su crecimiento. No debemos olvidar que las personas que practican la perseverancia tienen más seguridad en si mismos, confían en que podrán asumir los retos y entonces se esfuerzan por lograrlo.

La perseverancia es un esfuerzo continuo. Siempre es gratificante iniciar un proyecto en el que se pone gran ilusión, sueños y esperanzas. Ese proyecto puede ser iniciar una nueva empresa, un nuevo ciclo escolar, o la practica de algún deporte. Seria utópico pensar que no existirán resistencias y/o dificultades. En esta nueva experiencia podemos encontrarnos con exigencias agotadoras; entonces necesitamos tener la perseverancia bien asimilada para no ser derrotados y tener la satisfacción de haber luchado por llevar a cabo las actividades necesarias para alcanzar lo que nos propusimos.

Cualquier meta que emprendamos, debe de estar acompañada de los medios que vamos a utilizar para conseguirla, y pensar qué nos hace falta para alcanzarla. Las herramientas que nos ayudan a concretar proyectos son sin duda muy variadas, pero cabe destacar los recursos del sujeto, es decir sus habilidades, conocimientos y el saber como aplicarlos de manera eficaz. De la misma manera son parte importante la fortaleza y la constancia. Para desarrollar la constancia o perseverancia y que esta sea parte nuestra hay ciertas indicaciones que es bueno tomar en cuenta y recordar, como por ejemplo:

• Ser constantes en nuestras actividades y prever los obstáculos
• Tener firmeza en las dificultades y ser decididos en la búsqueda del bien
• Enfrentar los retos sin miedo, con un compromiso pleno y decidido para cumplir con nuestra vocación
• Aprender a valernos por nosotros mismos y trabajar con empeño para alcanzar nuestras metas
• Estar conscientes de que nadie puede responder por nosotros
• Transformar nuestros sueños, darles vida y luchar para convertirlos en realidad.

Thomas Carlyle, historiador y ensayista ingles en el siglo XIX anunciaba: “Si se siembra la semilla con fe y se cuida con perseverancia, sólo será cuestión de tiempo recoger sus frutos”. Y así es, la perseverancia requiere sentido común y pensar que tal vez no lo logremos de inmediato; sin embargo es importante volverlo a intentar, porque la perseverancia brinda estabilidad, confianza y es un signo de que estamos madurando o tomando conciencia de nuestra responsabilidad ante las cosas. Así necesitamos estar preparados para enfrentar los retos que el mundo actual presente, con un compromiso pleno y decidido para cumplir nuestra vocación con entrega y espíritu de servicio.

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