No tengo tiempo, está nevando, hace mucho calor, no tengo dinero, es muy lejos, me duele la cabeza, estoy cansado, no hablo el idioma, hay tráfico, no tuve apoyo, hay crisis económica, no era el momento, tengo muchos compromisos, lo he intentado, no puedo… ¿Alguna de estas frases te suena familiar?
Todas estas y muchas otras son las maravillosas razones por las cuales muchas veces no alcanzamos nuestros objetivos. Sí, tenemos un enemigo constante que vive dentro de nosotros y se expresa a través de las llamadas “excusas”.
Las excusas son las razones, argumentos o pretextos que nos decimos para no sentirnos mal por no alcanzar algún objetivo. Todas estas razones son geniales y válidas, no hay duda de eso, pero aquí lo que debemos preguntarnos es, ¿a quién realmente estoy afectando cuando pongo excusas para no lograr lo que quiero? ¿A quién estoy engañando?
En este punto debemos reflexionar sobre la importancia que tiene cumplir con nuestros objetivos. Cuando hablamos de objetivos nos referimos a: desde llegar a tiempo a una cita -donde además tenemos una responsabilidad con otra persona, para la cual es importante que lleguemos a tiempo- hasta retomar el control de nuestra vida o convertirnos en empresarios.
Como te puedes dar cuenta, el grado de importancia que le demos a nuestras metas juega un rol definitivo en el alcance de las mismas. Siempre tenemos una balanza, donde en un lado tenemos las excusas y en el otro nuestras metas. Y sólo tú tienes el poder de decidir hacia qué lado se inclinará esta balanza.
La primera clave para eliminar las excusas es estar consciente y muy atento para poder identificarlas tan pronto ese enemigo interno comience a interferir con nuestros objetivos.
La segunda clave es reconocer que todos estos pretextos tienen salida y aquí la invitación es asumir la responsabilidad y el control para encontrar la solución.
Las excusas surgen al resaltar el lado negativo de hacer algo y aquí la tercera clave es a buscar el lado positivo, contactando con la sensación positiva de alcanzar las metas y objetivos. Recuerda siempre tu meta y aférrate a la razón que tienes para alcanzar ese objetivo.
Ahora pregúntate, ¿cómo sería tu vida si eliminaras las excusas? Y recuerda la famosa frase: “Si es importante para ti encontrarás la manera, si no lo es, encontrarás una excusa”.
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Fuente | http://noticiasmontreal.com/
1 comentarios:
Bueno y tan certero. Lo importante es eliminar toda creencia limitativa, plantearse y disciplinarse con buenos hábitos para lograr esas metas propuestas. Gracias por compartir.
Dentro de esas excusar puede estar el sentirse "demasiado mayor" para llegar al cumplimiento de metas y sueños, por eso colaboro con este artículo... NUNCA ES TARDE
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