La vida es demasiado corta como para NO perseguir nuestros sueños. Algún día tu vida estará próxima a su fin y lo único que podrás hacer es mirar tus recuerdos. Podrás recordarlos con alegría o con pesar. Aquellos que sueñan, que se fijan metas y que actúan de acuerdo a ellas para hacerlas realidad, son aquellos que viven vidas placenteras y que tienen una sensación de paz cuando se aproxima el final de sus días. Ellos están satisfechos con lo que han alcanzado para ellos y para su familia.

Jim Rohn

¿Por qué no me alcanza el tiempo?

lunes, 30 de diciembre de 2013

Muchas veces deseamos que nuestro día dure más de 24 horas. Generalmente nos pasa que para las cosas que queremos hacer no nos alcanza el tiempo o tenemos tantos deberes que no sabemos por dónde empezar. Como consecuencia, terminamos sin hacer nada.


La mala administración del tiempo es uno de los problemas más frecuentes.

Alguna de las causas donde podemos identificarnos son:

La sobrecarga: tratamos de abarcar más de lo que podemos hacer. Después nos invade la sensación de estar atrapados, ahogados. Las personas que administran bien su tiempo hacen mucho pero no se sobrecargan.

La distracción: iniciamos tareas pero no las completamos. Es mejor dedicar lo necesario a cada asunto hasta completarlo.

La dispersión: empezamos mil cosas y no terminamos ninguna. Las listas de control son una ayuda para contrarrestar este hábito (anota lo que es imprescindible hacer y controla tu actividad con tu lista).

La impuntualidad: hay quienes llegan tarde a todas partes y hacen todo con atraso. Lo más práctico es tener una agenda, y consultarla.

La mediocridad: hacer todo con apuro y de cualquier forma es una manera mediocre de usar el tiempo.

Todos tenemos 24 horas cada día; jóvenes y adultos, ricos y pobres, en cualquier lugar del mundo. Pero lo que cada uno hace con ese tiempo fijo es diferente y esa diferencia determina el fracaso o el éxito en las metas que nos hemos fijado.

No podemos comprar el tiempo; no se puede ganar pero sí se puede perder.

Tampoco se puede ahorrar el tiempo, de modo que hay que gastarlo con cuidado. El que no sabe administrar su tiempo no puede administrar nada.

Veamos ahora algunas sugerencias para administrar mejor nuestro tiempo:

Usar una agenda: para recordar algo lo mejor es anotarlo. Si la usamos evitaremos olvidarnos de los compromisos.

Organizar el día: al comenzar cada día, tomar unos minutos para organizarse. Conviene hacer las cosas más importantes en los horarios en que tenemos más energía.

Jerarquizar las tareas: asignarles un número por orden de importancia y dejar un margen para lo inesperado. Hay que separar tiempo suficiente para cada cosa.

Delegar lo delegable: muchas veces hacemos cosas que otros podrían hacer; lo mejor es conversar y distribuir las tareas.

Fijar metas realistas: cada uno sabe cuánto puede realmente hacer en un día. A veces nos proponemos más de lo que es posible realizar, y finalmente nos sentimos frustrados.

No acumular papeles ni materiales: en cuanto usamos o leemos algún papel, si sabemos que no lo vamos a utilizar más conviene arrojarlo al tacho.

Cambiemos las estrategias que no nos resultaron para comenzar un nuevo año más organizados.

¿Te gustó este artículo? Cuéntanos por Twitter, Facebook o Google+

 Fuente | diariouno.com.ar

0 comentarios:

Publicar un comentario