Las metas de un niño deben ser a corto plazo, con esto ellos aprenden a ser más organizados y a esforzarse por lograr sus objetivos. La edad del pequeño marca el grado de dificultad de sus propósitos a la hora de establecerlos.
Los niños también deben evaluar resultados, metas alcanzadas y no cumplidas y, sobre todo, los deseos y sueños que quieren cumplir el próximo año.
Ser mejor en su clase, aprender a desarrollar nuevas habilidades y practicar un deporte son algunas de las ideas que ellos podrían tener en cuenta a la hora de proponerse un objetivo. Las metas para 2014 tienen que ser acordes con su edad. Por ejemplo, para un niño pequeño de tres años, un objetivo puede ser lavarse las manos siempre antes de comer.
Su hijo seleccionará las metas con su ayuda, las deben apuntar para que estas no se olviden. Y serán papá y mamá los encargados de orientar al niño para que cumpla con lo propuesto.
La psicóloga infantil Paula Bernal afirma que hay que tener en cuenta que esas metas de los menores deben ser a corto plazo, es decir, un mes. Además, que los niños entiendan que para cumplir un objetivo se requiere de un esfuerzo adicional, menciona el sitio Abcdelbebe.com.
La especialista sugiere hablarles y explicarles a los menores de esta edad que el nuevo año estará trazado por retos, como aprenderse las vocales y los números del uno al cinco.
“Es fundamental no tratar de adelantar al niño en sus etapas, ya que los padres siempre quieren que sus hijos den más”, explica en el artículo María Elena López, otra psicóloga.
Para los más grandes, las metas podrán ser aprender a patinar, a colorear y a compartir los juguetes con sus amigos. En tanto, para los escolares lo sugerido es asesorarlos en objetivos académicos y deportivos, como estudiar y ser un niño destacado en el deporte elegido.
“Es fundamental que los padres no elijan ni exijan, porque en algunos casos los padres les proponen metas que no pudieron cumplir de jóvenes y se sienten en la necesidad de que sus hijos lo hagan”, enfatiza Bernal.
Según la especialista, la importancia de que los niños se propongan metas es que, aparte de que se forman como personas organizadas, crecen entendiendo el concepto del esfuerzo, la dedicación y el valor que tienen las cosas.
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Fuente | laprensagrafica.com
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