La vida es demasiado corta como para NO perseguir nuestros sueños. Algún día tu vida estará próxima a su fin y lo único que podrás hacer es mirar tus recuerdos. Podrás recordarlos con alegría o con pesar. Aquellos que sueñan, que se fijan metas y que actúan de acuerdo a ellas para hacerlas realidad, son aquellos que viven vidas placenteras y que tienen una sensación de paz cuando se aproxima el final de sus días. Ellos están satisfechos con lo que han alcanzado para ellos y para su familia.

Jim Rohn

Siete claves para cumplir las metas del nuevo año

lunes, 30 de diciembre de 2013

Dejar de fumar, bajar de peso, salir de deudas, dedicar más tiempo a la familia, cambiar de casa, conseguir un mejor trabajo... Esta es la clase de promesas que muchas personas acostumbran a hacer en épocas de corte y balances como el fin de año.


Muchas, sin embargo, no logran pasar de las intenciones, en buena medida porque dichas metas suelen formularse sin pasarlas primero por un filtro de realidad y racionalidad. En otras palabras, porque son muchas, inalcanzables, no despiertan pasión en las personas o en el fondo no se perciben como vitales.

"Culturalmente, este cambio de calendario genera en las personas la esperanza de lograr mejores etapas en su proceso vital -explica el psiquiatra José Posada- Una sensación de borrón y cuenta nueva que facilita planear cambios comportamentales para el nuevo año".

En ese sentido, recalca Posada, el primer paso es tomar consciencia del problema o situación que se quiere cambiar, y luego tener la real voluntad de efectuar esa transformación en forma efectiva.

"Los objetivos trazados deben ser reales, medibles y viables, no demasiado ambiciosos", explica el psicólogo clínico Roberto Sicard. Por eso, dice, hay que elaborar un plan concreto para emprender esos cambios, teniendo en cuenta, en primer lugar, que deben darse de forma gradual, paso a paso. Nada se logra de un momento para otro.

"Se ha probado, desde la psicología social, que si las personas se saltan alguno de estos pasos pierden tiempo y plata y son pocas las posibilidades de que tengan éxito", afirma Posada.

Ambos expertos advierten, además, que es mejor no tomar decisiones radicales o hacer cambios trascendentales cuando se está pasando por estados emocionales fuertes, como tristeza, culpa, rabia o felicidad extrema; en ese estado las personas no deciden de manera coherente y profunda; de hecho, tienden a arrepentirse después. Lo recomendable es hacerlo en situaciones de equilibrio mental y emocional.

La consigna es, pues, trabajar con un corazón conectado con el cerebro. Esto no significa, sin embargo, tener una actitud derrotista. "El principio de realidad no puede ser una cárcel para no aspirar a algo mejor. Hay que romper los temores, pero con los pies sobre la tierra", recalca Sicard.

Medibles, claros, realizables...
Toda meta, desde dejar el cigarrillo y bajar de peso, hasta cambiar de empleo, es alcanzable, siempre que sea perentoria y desprovista de aplazamientos. "Si de verdad hay un propósito hay que empezar de una vez", recomienda el psiquiatra Rodrigo Córdoba.

La psicóloga 'coach' Johanna Matallana recomienda cerciorarse primero de que tienen cubiertas las necesidades básicas, antes de mirar más allá. Hecho esto hay que identificar las situaciones que inquietan, hacen daño, perturban o traen perjuicios, para empezar por allí los cambios.

El psicólogo Sicard explica la importancia de despejar el panorama: "Si vivo sintiéndome mal no tengo manera de cumplir mis sueños, las metas que me he trazado. Y nada enferma más a una persona que una mala relación familiar; el maltrato y la violencia dentro del hogar hacen que la gente se distancie de sus objetivos", dice.

Cuando el escenario está preparado y los objetivos (medibles, realizables) están formulados y claros, hay que poner empeño y pasión en cumplirlos. El amor por las metas determina en gran parte su logro, también la confianza en sí mismo para hacerlo realidad y, lo más importante: voluntad real.

A lo anterior los especialistas suman un factor importante: la acogida que tengan en el contexto social y familiar. El apoyo de los amigos y los seres queridos en su realización contribuye, en gran medida, a persistir en ellos y en concretarlos.

Siete claves para concretar objetivos

La psicóloga 'coach' Janeth Matallana y el psicólogo Roberto Sicard brindan las siguientes claves a la hora de trazarse propósitos para el nuevo año:

- Fíjese siete objetivos serios y balanceados. Cinco son pocos y diez son demasiados. Siete es un número adecuado.

- Escríbalos: eso les da un mayor sentido de tangibilidad.

- Comience cuanto antes a trabajar en ellos.

- Tenga claro por qué y para qué los va a realizar (mejorar los ingresos, las relaciones familiares, la formación académica, la salud).

- Planee los pasos a seguir para conseguirlos. Por ejemplo, si quiero adelgazar, empiezo a reducir los productos de mi dieta que no son fundamentales, pero que sí engordan: bebidas azucaradas, postres, exceso de harinas y grasas. Superado eso, fijo y respeto mis horarios de comida. Hecho esto, empiezo una rutina suave de ejercicio.

- Defina quién puede ayudarle a lograr esos propósitos. Por ejemplo: si quiero hacer un posgrado, y no tengo el dinero, consulto con entidades crediticias que puedan brindarme un préstamo, en condiciones favorables.

- Tenga a la mano algo que le recuerde a diario el logro de ese propósito y que le indique que lo está cumpliendo. Si ya dio las arras para comprar una casa, y está reuniendo poco a poco para la cuota inicial, mantenga a la vista la imagen del proyecto en el que compró.

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Fuente | elpais.com.uy

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